Era un día normal para la mujer estadounidense Debbie Allen, quien viajaba en su automóvil por una transitada carretera interestatal, cuando de repente observó que varios conductores comenzaron a reducir la velocidad sin motivo aparente.
Sin embargo, unos segundos después entendió lo que estaba pasando: un pastor alemán se había escapado de su casa y, algo desorientado, terminó en medio de la carretera. Desafortunadamente, una persona no pudo verlo y lo atropelló, ante lo cual simplemente huyó.
Estaba claro que Debbie no iba a dejar en tal peligro al desafortunado perrito, por lo que no dudó ni un segundo en detener su vehículo para ir a auxiliarlo. “Vi un perro en medio de la carretera y cojeaba visiblemente, así que supe que lo habían atropellado”, le dijo a WXYZ.
Posteriormente, la mujer indicó que ese día iba a encontrarse con un cliente en el trabajo, pero que “Dios tenía otros arreglos para ella”. Cuando salió e intentó caminar hacia el perro, todos los vehículos se detuvieron, pero el animalito asustado se escapó.
Aun así, no se dio por vencido y lo persiguió hasta lograr tomarlo y dejarlo protegido a un costado de la pista. Afortunadamente, la Policía Estatal de Michigan llegó poco después para ayudar con el caso. “Me senté con el perro, le dije que estaba a salvo y le pedí que me mirara porque estaba buscando una ruta de escape y le dije ‘no, no, mírame, estás a salvo’”, dijo.
Por lo que Allen vio, el pastor alemán estaba bien alimentado, limpio y se comportaba de manera muy educada, a pesar de su ansiedad en ese momento, por lo que era evidente que recientemente había dejado el cuidado de sus dueños.
Al lugar también acudió la Sociedad Protectora de Animales, quienes pudieron llevárselo sano y salvo y tratar sus heridas. Lamentablemente no tenía microchip, por lo que la búsqueda de su familia es un poco más complicada, pero no se darán por vencidos. Tienen que juntarlos.
“No soy una heroína, sólo un ser humano”, concluyó Debbie.