Piccolo vivía en las calles en México cuando fue encontrado y rescatado por Compassion Without Borders (CWOB). Siendo un perrito mayor, terminó bajo el cuidado de Muttville Senior Dog Rescue, ¡y todos allí se enamoraron inmediatamente del pequeño chico desnudo!
“Estaba en Muttville al día siguiente de que Piccolo llegara a San Francisco”, dijo Patty Stanton, quien se encarga de las relaciones públicas en Muttville Senior Dog Rescue, a The Dodo. “Lo llamaban Chester mientras estaba con CWOB. Pobre chico, seguramente sufrió mucho solo allá abajo. Apenas tenía pelo y su piel debía dolerle, sin embargo, era dulce y parecía saber que todos estábamos aquí para ayudarlo”.
Nadie sabía cuánto tiempo había estado Piccolo solo o cuánto tiempo había estado lidiando con problemas de piel. Dado que ya tenía 10 años, parecía probable que su pelaje nunca volviera a crecer por completo. Afortunadamente, una pareja vio el perfil de Piccolo y decidieron que sería la incorporación perfecta a su familia, desnudo o no.
Piccolo pasó de no tener nada propio a ser recibido en una familia que lo mimaba con juguetes, mantas suaves y amor. Es posible que nunca esté cubierto de pelo como otros perros, pero está bien, porque sus padres le compraron un guardarropa completo de suéteres para compensarlo.
Ahora, Piccolo pasea luciendo sus cómodos suéteres en todas partes. Le encanta ir de aventuras literalmente a cualquier lugar, incluso al veterinario, y sus padres están muy contentos de poder ayudarlo a pasar sus años dorados con comodidad y estilo.
“Pasa horas junto al calentador, es su lugar favorito en la casa, sobre muchas mantas, y ha descubierto la alegría de las caricias en la barriga”, dijo Tiffany, la mamá de Piccolo, a Muttville. “¡Nunca adivinarías cómo pasó sus primeros años basándote en el perrito consentido que tenemos ahora!”
Piccolo pasó de vivir en las calles de México a usar suéteres junto al calentador en el soleado California, y todos los que lo conocen están encantados de que finalmente haya encontrado amor, felicidad y paz.
