Ver sufrir a un animal es uno de los espectáculos más perturbadores que podemos presenciar en nuestras vidas. Cuando escuchamos historias que tocan nuestras emociones, es difícil seguir adelante sin preguntarnos si tuvieron un final feliz. Posiblemente por eso nos sentimos reconfortados cuando vemos a los amantes de los animales y a los rescatistas ayudando con compasión a estos terribles animales.
Y aquí está la historia de la pequeña hija de Hope y su descendencia, que fueron abandonadas mucho antes de que la perra diera a luz. Esta verdad hizo dolorosamente evidente que el desafortunado animal tuvo que sufrir durante mucho tiempo.
La triste verdad sólo se reveló cuando un activista por los derechos de los animales se acercó al área donde yacía la peluda niña. La hembra abrazó a Hope y le aseguró que estaba amamantando a seis cachorritos. Como manifestante, declaró que nunca había presenciado algo tan destructivo para su espíritu.
La tomó en sus brazos con ternura y sin dudarlo. Se enteró de que había diez cachorros, cuatro de los cuales murieron como resultado del salvajismo al que los habían sometido junto a su madre y sus hermanos.
Algunos de estos pequeños caninos inocentes murieron por mordeduras de serpientes, otros por las inclemencias del tiempo, pero los cuatro que murieron injustamente, sin nadie a quien culpar, fueron verdaderamente trágicos.
Hope se encontraba en una situación precaria. Su peso era menos de la mitad que el de un animal de su tamaño, raza y edad. Necesitaba alimentar a ocho cachorros para mantenerlos a todos con vida.
La señora se dio cuenta de que tenía que hacer todo lo posible para garantizar que los animales pudieran ser adoptados y recibir los cuidados que necesitaban para vivir y sanar. Como resultado, comenzó a mantener a ciertas familias que se hicieron cargo de su propia vida.
Uno de los niños bautizados, Teddy, vive ahora como un rey. La activista le promete que siempre lo amará y será su madrina, y se alegra por la ayuda.
Caramelo y Tobby también fueron adoptados, mientras Lola, Coco y Max aún esperaban a sus familias. Max, por otro lado, murió en agonía a causa de una infección gastrointestinal.
“Afortunadamente, Coco ahora tiene una nueva familia; Lola todavía estaba atrasada, pero los esfuerzos continuaron”, afirmó el activista.
La esperanza ya ha sido esterilizada y todos los niños han encontrado hogares amorosos, para satisfacción de todos.
A pesar de que llegaron tarde a Lola, finalmente pudo volar después de 7 meses de espera. Desde entonces, disfruta de su nueva vida junto a su hermano Alex.
A pesar de sus problemas, Hope es una joven vibrante que está ansiosa por compartir su amor y amistad. Nunca más tendrás que pasar por la angustia de una maternidad en carretera. Comparte este salvador emocional con los demás.