La cola de fuego de orejas rojas (Stagonopleura oculata), también conocida como boorin, es un ave diminuta, regordeta y de cola corta que cautiva por su apariencia descaradamente hermosa y sorprendentemente exquisita. Este pequeño pinzón, parecido a un pinzón, presenta un plumaje con barras negras y manchas blancas, caracterizado por un pico escarlata, una llamativa máscara negra y vívidas manchas carmesí detrás de los ojos y en la grupa. Las partes superiores de su plumaje presentan tonos marrón oliva, mientras que su pecho exhibe un color marrón ante, finamente rayado de negro. Manchas blancas adornan las partes inferiores negruzcas del ave, lo que aumenta su delicado encanto.
Durante la temporada de reproducción, el macho de cola de fuego de orejas rojas sufre una transformación sorprendente, intensificando su color para impresionar a sus parejas potenciales. Estas hermosas aves se encuentran comúnmente en la densa vegetación de los humedales, específicamente en las regiones costeras y subcosteras del suroeste de Australia. Prefieren hábitats como sotobosque, pantanos de corteza de papel, brezales, riberas de ríos y barrancos. Los eucaliptos, particularmente Eucalyptus marginata, junto con la vegetación ribereña adyacente a los bosques de eucaliptos, constituyen sus hogares boscosos.
Estas aves forman vínculos que duran toda la vida y el apareamiento se produce en el primer año. La temporada de reproducción generalmente se extiende de octubre a noviembre, y posiblemente se extienda hasta enero. Sus nidos están hábilmente tejidos con materiales herbáceos y reforzados con puntas de plantas verdes, formando una estructura esférica rígida orientada hacia abajo. Cada nidada consta de cuatro a seis huevos, que eclosionan después de un período de incubación de catorce días. Ambos padres se turnan diligentemente para cuidar los huevos cada hora y media o dos. Después de que las crías nacen, los padres permanecen en el nido durante varios segundos o hasta media hora durante los cambios de turno, mostrando sus instintos de crianza.
Debido a su amplia distribución y estabilidad poblacional, la cola de fuego de orejas rojas no figura actualmente como especie amenazada en la Lista Roja de la UICN.
En conclusión, la cola de fuego de orejas rojas, con su modesta pero cautivadora belleza, ejemplifica las delicadas maravillas de la naturaleza. Su presencia en los humedales australianos aumenta el atractivo y la biodiversidad de esta región única, convirtiéndola en un verdadero tesoro digno de contemplar.